23-04-2024 05:36:00 PM

El testaferro de Esparza en BUAP

Por Alejandro Mondragón

A Alfonso Esparza le urgía entrar al primer círculo de Mario Marín Torres. El inefable Pepe Hanan convenció a Roberto y René Marín para que le dieran chance de jugar en el equipo de fut del góber precioso, en Casa Puebla.

Los marinistas sabían que desde la tesorería de la BUAP se movían compras y contratos. “Y cuando Esparza sea rector habrá para todos”, les prometió.

Al equipo de Marín, donde jugaban los hermanos de Mario, Pepe y Willy Hanan, Roberto Ruiz Esparza, El Coreano Rivera, Valentín Meneses, Jorge Mendoza, Hernández Davy y Jorge Morgado, todos querían entrar.

Hanan metió a Esparza, quien para lucirse recibía toda clase de pases para sentirse delantero del Barcelona. “Tesorero goleador”, le decía a la menor provocación con su característica lambisconería ese Pepito.

A los cuantos meses de haber entrado al círculo más íntimo de Marín que no era otro más que su amigos del futbol, Esparza empezó a acumular fortuna.

Una denuncia radicada en la PGR en 2013 y que se mantiene congelada, establece a Alfonso Esparza como prestanombre del góber precioso en la compra de residencias, casonas del Centro Histórico, yates, sobreprecios en construcción del edificio de Ciencias de Gobierno, adquisición de acciones en El Puebla de La Franja y el San Luis, así como lavado de dinero por la vía de Los Lobos de la BUAP.

“Dentro de los múltiples bienes denunciados y materia del enriquecimiento, se enumeran también acciones de un club de fútbol europeo, mas de diez constructoras y empresas, hoteles, yates y propiedades en México y el extranjero, todo ello obtenido al amparo del desvío de dinero de las arcas universitarias cuando fungió como tesorero, y de quien dependieron en su totalidad los pagos efectuados durante más de cuatro años, abarcando millones de pesos del presupuesto federal que era asignado para la educación pública en Puebla”, apunta la querella ante la Procuraduría.

Ahora como rector de la BUAP, Esparza ya tiene a su López Chargoy de Enrique Agüera y Maclovio Hernández de Enrique Doger. El de El Tío Poncho se llama José Hanan.

Constructores, comercializadoras, venta de facturas digitales y cualquier acción universitaria que implique moche, ahí está el testaferro de Esparza: Pepe Hanan.

El gasolinero no tuvo empacho en usar a Rafael Cañedo Carrión, dueño de La Tropical Caliente, para colocarlo en la presidencia de Los Lobos, mientras los contratos de imagen y el gran negocio que hay detrás del futbol lo manejen él y Esparza.

Otros cuatro años más al frente de la BUAP serían de antología para lo suyo: lavar y lavar, porque para la gubernatura ya le juró amor a Luis Banck, aunque hace meses le organizaba comidas y reuniones a Jorge Aguilar Chedraui, igual que a Enrique Doger para la alcaldía.

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