20-04-2024 12:46:34 AM

La peregrinación de las sombrillas azules

Por Shanik David

Con el sol en su máximo punto, algunos automovilistas veían con insistencia algún resquisio para rebasar con la esperanza de ganar un poco de tiempo en lo que parecía una espera interminable. Tras poco más de 10 minutos algunos de los conductores desertaron y abandonaron el camino, dejando así espacios libres que pronto eran ocupados por otros más valientes que no desistían. Nadie tocaba el claxón pues era evidente que de nada serviría.

Esta escena que bien podría ser sacada de una postal de cualquier zona de la ciudad de Puebla en hora pico no es más que la representación de lo que fue el camino para llegar al arranque de campaña de José Antonio Gali Fayad, acto que se llevó a cabo en la junta auxiliar de San Andrés Azumiatla, en el extremo sur de la capital poblana.

La planeación del traslado de “simpatizantes” fue parte de las causas de este colapso de la vialidad, pues aunque desde las 9 de la mañana se vieron los primeros camiones en la zona del Parque Juárez listos para transportar a asistentes al evento, esto no fue suficiente.

Para las 11:30 del día, tan sólo 30 minutos antes del inicio del evento, la fila de automóviles sobre la carretera a la junta auxiliar llegaba a tres kilómetros del lugar del acto oficial, sin que hubiera posibilidad de avanzar; ante la desesperación de llegar tarde y quedar mal, algunos de coches -con distintivos del candidato de la alianza Sigamos Adelante-, intentaban rebasar, sin importar el nulo avance o la cercanía de coches que circulaban en la dirección contraria. A estas alturas las reglas de tránsito eran lo de menos, lo importante era llegar.

Entre los cientos de vehículos parados destacaban camiones de rutas como la Azteca, la 24, la 10 y la 56, todos repletos con familias provenientes de diferentes zonas de la ciudad convocados para acudir al acto.

Al cabo de unos minutos los chóferes de los camiones vieron que era inútil continuar con la marcha, buscaron terrenos cercanos a la carretera, sin importar de quién fuera y detuvieron las unidades, mientras al interior de cada una se hizo el mismo llamado: agarren sus cosas y empiecen a caminar.

statushoy04

Así comenzó la peregrinación de cientos de personas, armadas con sus respectivas sombrillas de colores, la mayoría azules con las siglas del PAN, otras con los colores del Partido Social de Integración y unas más con la combinación de Compromiso por Puebla. Niños, mujeres con bebés en brazo, personas mayores, avanzaban con sombrilla en mano esquivando carros, piedras, ramas y una que otra moto. El objetivo era llegar a como diera lugar.

“Márcale a la licenciada, esto no se pude” solicitó una señora tapada con los colores del PSI a otra resguardada bajo el logotipo del albiazul, quien dijo venir de la zona centro de la ciudad. “Hágamos esto, nosotros seguimos adelante, ustedes regresen al camión y díganle al conductor que las deje por lo menos en San Ramón, ahí nos esperan o agarran algo para la casa”, dijo con voz de mando la que parecía la lidereza del pequeño grupo, mientras tomaba el celular. “Si, bueno, habla Martha, la de las chalupas…” se le oyó decir mientras se alejaba.

Mientras tanto un integrante más de la comitiva se acercaba a ellas, portando una bolsa con una torta en la mano, que en seguida causó celos de otros peregrinos. “¿Ya ven? A él ya le dieron y a nosotros no” reclamaba un caminante quien no se detuvo y continuó adelante.

Pasaban de las 12:30 cuando otro grupo se detuvo. “Ya es tarde, ya sabemos cómo son esos eventos, una hora y no más. No vamos a llegar” lamentó una señora mostrando su experiencia en actos de campaña mientras agarraba con fuerza su sombrilla. A lo lejos un señor con celular en mano y una calcomanía que con la leyenda “D-IV” decía “ya va la gente para allá, muévanse para darles algo, aunque sea una botella de agua”.

De pronto una camioneta, viendo la derrota en el intento de llegar al acto optó por dar vuelta; de manera rápida recorrió el camino hasta llegar a la zona donde está un recinto memorial; sin aviso se detuvo y junto con él un segundo automóvil. Del asiento del conductor de la primera unidad se bajó un hombre de unos setenta años, con cara de preocupación y celular en mano: la cara de Salvador Escobedo Zoletto, secretario de Salud, demostraba su angustia ante el posible reclamo que recibiría por no haber llegado al acto de su candidato, víctima del destino de otros cientos de simpatizantes que se quedaron a mitad del camino.

Y mientras tanto….

Mientras los “simpatizantes” sufrían este destino, el candidato de Acción Nacional, José Antonio Gali Fayad aprovechó este caos para lucirse, al subirse a una moto en compañía de Xóchitl Gálvez, jefa de la delegación Miguel Hidalgo.

Así arrivó el expresidente municipal a su tercer arranque de campaña en menos de 14 horas, luego de que la madrugada del domingo dio inicio con un acto sencillo en el Paseo Bravo y luego la mañana del mismo día tuvo un evento en Atlixco con mujeres panistas.

Su primer evento masivo fue el de Azumiatla, donde cada una de las palabras que decía, casi sin importar qué fuera, eran coreadas por los asistentes, a quienes no les interesaba que el discurso fuera el mismo que repitió durante su precampaña.

La lista de los avances tenidos durante su gestión como presidente municipal, más elogios al gobernador Rafael Moreno Valle -a quien calificó como su ejemplo a seguir-, promesas de continuidad y de “no volver atrás” fueron repetidas casi como una letanía en su discurso, pero vitoreado por sus “simpatizantes”.

Sin embargo, entre su discurso mencionó una de sus primeras propuestas de gobierno: la creación de estancias infantiles para que las mujeres puedan dejar a sus hijos mientras trabajan.

About The Author

Related posts