16-04-2024 03:32:13 AM

La alianza que no será

Por: Juan Manuel Mecinas

Lo dijeron ellos: la fórmula para derrotar al PRI es una alianza PAN-PRD.

Todo indica que la alianza no saldrá adelante porque ni a nivel federal ni a nivel estatal el PAN y el PRD se pusieron de acuerdo para concretarla y porque los operadores del morenovallismo parecen haber fallado.

Eso no significa que el 2016 esté perdido para el grupo en el poder. El PRD era una pieza importante en el engranaje por el peso simbólico que representaba la unión del agua y el aceite, de la derecha y la izquierda.

Una parte importante del electorado de izquierda no vota ni votará a Morena y/o López Obrador, por lo que el PRD es la opción que le quedaba a Gali en 2016 y a Moreno Valle (2018) para tratar de atraer a un electorado que les es ajeno.

Asimismo, que el PRD participara en la alianza aseguraba un porcentaje de votación mínimo, pírrico, hoy desdeñable, pero indispensable si la elección de junio próximo se decide por un dígito.

El PRD, desunido, sin grandes liderazgos y sin un discurso electoral atractivo, significaba recursos (lo menos importante para un candidato como Gali), mayores espacios en medios (algo mas importante, por la fiscalización que realiza el INE), pero sobre todo porque dejaba abierta la puerta a una dicotomía: el PRI, sus mañas, sus trampas, su forma antigua/moderna de gobernar, o la continuación del cambio con Gali como el sucesor. Ellos o Gali.

El escenario es ahora menos claro y en esa tiniebla electoral el PRI puede triunfar en el Estado. Ahora mismo no se sabe si el PRD podría llegar a una alianza con Morena (cuyo candidato casi sin moverse alcanza los 15 puntos porcentuales en intención de voto). Una alianza de Morena con el PRD podría ser devastadora para Gali, pero también para Alcalá. La baraja se ha abierto en un escenario que no es favorable per se para el PRI porque el voto antimorenovallista puede dividirse, lo que beneficiaría las probabilidades de triunfo de Gali.

Lo único cierto es que será una elección totalmente distinta. No estará Mario Marín en la boleta, como ya se mencionó en la anterior entrega de esta columna, y los contendientes serán mayores en número y distintos en su formación. Gali jugará con más presupuesto que Moreno Valle en 2010, pero con menos aliados. El PRD y el PANAL no serán aliados en esta ocasión, además de que el factor Morena puede volverse decisivo.

A todo ello hay que sumar lo que Gali cosecha: la forma de gobernar de Moreno Valle.

La reedición del “mátelos en caliente” ha dado frutos podridos.

Uno de ellos es la alianza que nació muerta.

La alianza que no será.

abajomecinas

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