24-04-2024 07:48:36 PM

Rectoría mantiene represión hacia jubilados

Por Shanik David

La reunión que se había programado entre el rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Alfonso Esparza Ortiz, y los integrantes del movimiento de jubilados no se concretó ante los obstáculos impuestos por las autoridades universitarias.

Pese a lo apresurado de la organización, pues los representantes de los jubilados fueron notificados el jueves a las 8 de la noche de la cita para el día siguiente a las 2 de la tarde en la preparatoria Alfonso Calderón, un grupo nutrido de cerca de 300 personas acudió a la cita.

Sin embargo, se impusieron tres filtros para controlar el acceso de las personas, según explicó José Guadalupe Romero, líder del Movimiento de Trabajadores Administrativos y Sindicalizados.

Un primer filtro controlaba el ingreso de la gente a la preparatoria, siendo funcionarios de la universidad quienes decidían quién podía entrar al recinto; posteriormente, una vez adentro, los jubilados y trabajadores fueron revisados “hasta en la ropa, para ver si no traíamos nada”, y se les entregaba un gafete de visitante.

Al llegar al auditorio, donde se llevaría a cabo la reunión, otro grupo de trabajadores de la rectoría bloqueó y sólo dejaron entra a personas a cuenta gotas, pues este espacio sólo tenía capacidad para 100 personas.

Ante esto, los líderes del movimiento decidieron salirse del auditorio para que la reunión con los funcionarios universitarios se realizara en la explanada, donde había más espacio para que todos presenciaran los acuerdos con las autoridades.

Momentos después, llegó al lugar Esparza Ortiz, acompañado por un contingente de estudiantes quienes gritaban porras a su favor; sin tomar en consideración a los jubilados en la explanada, el rector ingresó al auditorio.

Cuando una comisión intentó ingresar, se les obstaculizó el paso por los estudiantes, quienes de manera agresiva seguían con las porras pero ahora en contra de los jubilados, siendo instigados por porros de la universidad, según describió Romero.

Mientras esto pasaba, una comisión de los jubilados, entre quienes se encontraba la señora Guadalupe Martínez, ingresó al auditorio, para encontrar que el rector se encontraba dialogando con tres jubilados seleccionados a modo por las autoridades universitarias.

Cuando la señora Guadalupe intentó hacer uso de la palabra para solicitar al rector que saliera a dialogar con quienes se encontraban afuera, este simplemente abandonó el lugar, saliendo por la puerta trasera del auditorio, tras lo cual se escondió en las oficinas de la preparatoria.

Ante este escenario, y la falta de atención de parte del rector, los jubilados realizaron una asamblea improvisada en donde se acordaron una serie de acciones que se tomarán para denunciar el maltrato del que fueron objeto por parte de la administración central de la universidad.

Romero comentó que si bien se perdió de vista al rector durante la asamblea, cuando esta concluyó se le vio salir en su camioneta, por lo que sospechan que él, escondido, escuchó todo lo acordado por los trabajadores.

Entre las acciones que se tomarán en el transcurso de esta semana se determinó presentar quejas formales ante la Comisión de Derechos Humanos del estado, así como ante la Defensoría de los Derechos Universitarios y el mismo Consejo Universitario.

Además, este domingo tuvieron un acercamiento con Gerardo Fernández Noroña, a quien le entregaron una carta en la cual responsabilizan al rector y las autoridades universitarias de cualquier agresión que pudieran sufrir los jubilados y trabajadores en activo que participan de este movimiento.

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