En el foro sobre la citada ley que tuvo lugar este martes, con la presencia de su autor el panista Pablo Rodríguez Regordosa, así como de algunos dirigentes empresariales, quedó de manifiesto la ignorancia sobre la materia de quien propone dicha legislación, pese a ostentarse como empresario o de haber sido titular de
Es cierto que no puede saberse todo de todo y para ello hay asesores, siempre y cuando estos sean expertos en una o varias áreas.
Académicos y empresarios en su análisis sobre la iniciativa de ley destacaron la necesidad de incluir un capítulo específico sobre las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), además, establecer un fondo especial para ellas, y no dejar el tema a la decisión del gobernante o de la “disponibilidad” presupuestaria. (Tal como se señaló en este espacio la semana pasada).
Si bien no objetaron los incentivos que se plantean para las grandes empresas o para la industria automotriz y la de autopartes, empresarios y académicos fueron insistentes en la inclusión de las mipymes, que también cuenten con incentivos específicos para su inicio o fortalecimiento, puesto que generan más del 80 por ciento del empleo, y no todo es industria automotriz.
Los académicos -en particular- hicieron un señalamiento sobre la “invención” de términos que hay en la citada iniciativa, y propusieron mejor denominar a la ley de “desarrollo económico y crecimiento”, máxime si lo que se busca es una ley “humanista y sustentable”.
Sin embargo, el diputado panista no tuvo empacho en afirmar categórico que el desarrollo “no es medible”, por eso sólo se refiere a “crecimiento” en la ley y ese es su objetivo.
En tanto que su asesora Alejandra Maupomé Cagigal se atrevió a justificar que no se incluyó a las Mipymes, porque “es un término muy complejo para incluir en un ley general”.
Además, dijo, “¿Cómo se va a definir cuál es o no una pequeña empresa? O ¿Cómo se van a apoyar? ¿En qué momento se apoya a las mipymes por primera vez o las medianas?
En verdad resultan inconcebibles tales expresiones de quien presume tener maestrías en Harvard y en
Así, ignoran por completo la historia y la teoría económica desarrolladas desde hace 70 años, así como los parámetros para medir el desarrollo económico establecidos por
Pregunta ¿Cómo entonces participa Alejandra Maupomé en las reuniones auspiciadas por
Si quien propone una ley humanista y sustentable dice que no es medible el desarrollo, entonces ¿cómo puede medir el humanismo de su iniciativa?
Reitero lo que aquí publiqué la semana pasada, que para el panista Rodríguez Regordosa el término humanista “solo se ciñe a los trabajadores”; en tanto que “sustentable no implica la sociedad ni el entorno donde se ubica o ubicará la empresa. No existe referencia alguna que norme la responsabilidad social y todo lo que ello implica”.
Además, para qué definir vocaciones económicas de las regiones en el estado de Puebla si lo único que propone en la citada iniciativa es crecimiento y no desarrollo.
La propuesta de ley sólo ve por lo cuantitativo y no por lo cualitativo, es decir busca solo un mayor PIB no así promover el bienestar socioeconómico de los poblanos.
Es de esperar que la iniciativa sea modificada, que se incorporen las mipymes pero no sólo como un simple enunciado, sino que se establezcan lineamientos para apoyarlas, la creación de un fondo específico y, sobre todo, que realmente se pugne por un desarrollo económico sustentable, tal como lo plantearon académicos y empresarios.
Porque, crecimiento eso lo ha tenido Puebla durante décadas (con altibajos) y un desarrollo muy limitado; la prueba está en que no por estar entre las primeras 13 economías del país, el estado tiene un desarrollo equilibrado con excelentes indicadores socioeconómicos.
La economía ha crecido y puede hacerlo, pero no necesariamente eso significará desarrollo para las regiones y bienestar económico para los más de 6 millones de habitantes.