El arranque de 2014 para Puebla estuvo marcado por un decremento económico de 2013, por la entrada en vigor de la reforma fiscal, que llevó a las empresas a “meter freno” en sus proyectos de inversión, aunado a la baja demanda de productos locales en el exterior, principalmente de vehículos.
La inversión pública no ha incidido en una reactivación de la economía interna, puesto que son empresas foráneas las que han ejecutado la obra, aun cuando la mano de obra que se contrate sea local, obviamente esto incidió en un bajo crecimiento de la industria de construcción.
El resto de los ramos industriales también presentaron un comportamiento irregular, como el metal mecánico, el automotriz, el manufacturero en general.
Así, el sector industrial en general hasta el cierre del primer semestre del año mantuvo números rojos.
Si bien los otros sectores, comercial y agropecuario registraron altibajos en los primeros meses del año, mantienen números negros, pero que definitivamente no son suficientes para impulsar la economía local.
Aun cuando la situación local vaya aparejada con la nacional, es cierto que otros estados han podido enfrentar en mejores condiciones los vaivenes internos y externos.
Otros estados han tenido mejores resultados por la diversificación de su economía, sobre todo en lo industrial, incluso aquellos que registran una fuerte presencia de la industria automotriz.
Incluso, la baja actividad que se registra en el estado se refleja en la elevada tasa de desempleo, que en agosto pasado arrojó un total de 112 mil 778 poblanos sin trabajo, aun cuando en el registro del IMSS se tenga a poco más de 508 mil trabajadores formales, pero hay que tomar en cuenta que las altas más frecuentes durante este año han sido de plazas eventuales y el promedio de los permanentes se mantiene en poco más de 400 mil personas.
Es decir, son pocos los empleos creados en las industrias, y la mayoría han sido en el sector servicios y comercio.
Se prevé que la actividad industrial pudiera mejorar para el último cuatrimestre del año, y posiblemente presente números negros, después de casi un año de crisis.
Si finalmente se logra esto, la economía poblana en su conjunto podría tener un crecimiento menor al que se avizora de la economía nacional que ronda en el 2.3 o 2.5 por ciento.
Ante tal panorama, Puebla estará fuera del top ten de las economías estatales que más aportan al país.
